La Vespa es la combinación perfecta entre presente y pasado, antiguo y moderno y su continuo éxito también es una garantía para el futuro. Ha sido un símbolo del estilo italiano desde que fue presentada al mercado hace ya más de 50 años y se ha convertido en un objeto de culto en todo el mundo.
Pronto se convirtió en el sinónimo de la prosperidad económica de los años 50 y 60 y ha sido amada tanto por los ricos como por los pobres. Ha sido la protagonista de películas como “Vacaciones en Roma” y “La Dolce Vita” de Federico Fellini y aún se mantiene como el medio de transporte favorito de estrellas de todo el mundo. Nada más típico que imaginar a la puerta de cualquiera de los hoteles en Roma a alguien que nos espera montado o montada en Vespa para enseñarnos todos y cada uno de los rincones de la ciudad.
El nombre de esta particular y especial motocicleta se lo dio Enrico Piaggio, dueño de la compañía del mismo nombre y fabricante de la Vespa, que cuando la vio dijo “Luce como una avispa” o “Sembra una vespa” en italiano, justo antes de subirse en el primer modelo, diseñado por Corradino D’Ascanio en 1946.
Esta peculiar motocicleta fue primero presentada en la Italia afectada por la Segunda Guerra Mundial, que había sido muy afectada por los bombardeos y cuyos caminos habían sido muy dañados.
Su estructura fuerte y simple, así como sus líneas elegantes y su precio, hizo que se volviera popular tanto para hombres como para mujeres y hasta el día de hoy se mantiene en la cultura italiana, o ¿quién no ha soñado con recorrer la Toscana en una de ellas?
Pronto se convirtió en el sinónimo de la prosperidad económica de los años 50 y 60 y ha sido amada tanto por los ricos como por los pobres. Ha sido la protagonista de películas como “Vacaciones en Roma” y “La Dolce Vita” de Federico Fellini y aún se mantiene como el medio de transporte favorito de estrellas de todo el mundo. Nada más típico que imaginar a la puerta de cualquiera de los hoteles en Roma a alguien que nos espera montado o montada en Vespa para enseñarnos todos y cada uno de los rincones de la ciudad.
El nombre de esta particular y especial motocicleta se lo dio Enrico Piaggio, dueño de la compañía del mismo nombre y fabricante de la Vespa, que cuando la vio dijo “Luce como una avispa” o “Sembra una vespa” en italiano, justo antes de subirse en el primer modelo, diseñado por Corradino D’Ascanio en 1946.
Esta peculiar motocicleta fue primero presentada en la Italia afectada por la Segunda Guerra Mundial, que había sido muy afectada por los bombardeos y cuyos caminos habían sido muy dañados.
Su estructura fuerte y simple, así como sus líneas elegantes y su precio, hizo que se volviera popular tanto para hombres como para mujeres y hasta el día de hoy se mantiene en la cultura italiana, o ¿quién no ha soñado con recorrer la Toscana en una de ellas?
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